Dicen que hay frases que se quedan grabadas en la memoria, y esta es una de ellas. El Bicho Que Picó Al Tren es una expresión que muchos han escuchado, pero pocos pueden explicar con certeza. Algunos la toman como un simple juego de palabras, otros la ven como un enigma sin resolver. Pero lo cierto es que tiene algo especial: despierta curiosidad, genera preguntas y deja huella.

Es una frase que insinúa picardía, algo que ocurre sin previo aviso, como una travesura que nadie vio venir. ¿Qué bicho fue? ¿Cómo lo hizo? Nadie lo sabe, pero lo cierto es que dejó su marca. Y eso es precisamente lo que nos inspira.

Y así es también este restaurante. No seguimos caminos predecibles, nos gusta lo inesperado. Aquí, cada plato tiene una historia, cada bocado es un descubrimiento y cada visita, un viaje distinto. Creemos en una cocina que sorprende, que pica el interés y que deja ganas de más.

No sabemos qué bicho picó al tren, pero sabemos que quienes nos visitan se dejan picar por el sabor, la creatividad y la experiencia. Porque cuando el bicho pica… no hay vuelta atrás.